“Ese día Belisa Crepusculario se enteró que las palabras andaban sueltas sin dueño y cualquiera con un poco de maña puede apoderárselas para comerciar con ellas”
(Cuento: Dos Palabras –
Cuentos de Eva Luna – Isabel Allende)
Las palabras andan suelta y sin dueño volando por el mundo para llegar a las personas. No importa distancia, situación, ni tiempo igual llegan volando, y muchas veces llegan hasta nuestro corazón tocando nuestra alma y sanando heridas.